Hoy 22 de septiembre entramos en el equinoccio de otoño. La palabra equinoccio significa (noche igual), por lo que habrá igual cantidad de luz y oscuridad. El verano ha terminado y el Dios del Sol se encuentra en su punto máximo, luego comienza a decrecer día a día hasta la llegada del invierno.
Las hojas de los árboles cambian de color, las lluvias se hacen presentes y la naturaleza continúa cambiando, preparándose para que sus suelos puedan descomponer todo lo que una vez tuvo vida, para convertirlo en los nutrientes que alimentarán las semillas del mañana.
El otoño tiene un poderoso simbolismo, porque es la estación del año en la que el verano acaba de quedar atrás y comienza un período de introspección. En ese momento, al igual que los árboles dejan caer sus hojas, también estamos influenciados para dejar atrás lo que ya no nos sirve, lo que ya está terminado, para que podamos crear un espacio en nuestras vidas para florecer de nuevo cuando llegue la primavera.
Los colores cambian y destacan el oro, el amarillo oscuro, el rojo y los tonos marrones, que son favorables para desarrollar valores, desapegarnos de lo trivial y centrarnos en lo verdaderamente importante. El equilibrio que existe entre el día y la noche nos invita a poner nuestras vidas en orden, nos ayuda a recordar nuestras prioridades.
También es una poderosa época espiritual. Los equinoccios son portales poderosos y puntos de cruce. El velo entre los dos mundos se adelgaza y es el momento perfecto para comunicarse con seres queridos, antepasados, ángeles y guías espirituales fallecidos.
Este año, el equinoccio de otoño cae después de la luna llena de cosecha, lo cual propicia una oportunidad maravillosa para establecer los patrones de tu Vida exactamente como TÚ en quieres que sean. Es un comienzo de una verdadera aceleración de los cambios que quieres en tu vida, vigila tus pensamientos, palabras, intenciones y acciones.
El agua es el elemento de esta época del año, representa las emociones, la muerte, el renacimiento, el poder de los sueños y la intención. Es una época ideal para desterrar viejos hábitos, y alejar negatividades.
Aprovecha para reunirte con la familia y limar asperezas, limpiar a fondo la casa, y repasar los objetivos que teníamos para hacer balance de lo logrado o buscar nuevas metas.
Los antiguos pueblos paganos celebraban el cambio de estaciones con rituales, que les permitían revivir la conexión con deidades benefactoras, las fuerzas de la Naturaleza y la energía de presente en determinada época del año.
En la mitología griega, Perséfone (antes llamada Kore) regresa al inframundo en el equinoccio de otoño para vivir con su esposo, Hades, durante medio año después de vivir en la Tierra con su madre, Deméter, comenzando en el equinoccio de primavera.
Higan (que significa "la otra orilla", nirvana), un servicio conmemorativo budista, se lleva a cabo alrededor del equinoccio de otoño (así como el equinoccio de primavera), durante siete días y sirve para consolar a los espíritus ancestrales con los seres queridos que visitan las tumbas familiares.
Michaelmas, la fiesta cristiana en honor al Arcángel Miguel, tiene raíces paganas en el Equinoccio de Otoño: el final del tiempo de cosecha, la marca de días más cortos y noches más largas, así como la expulsión de Lucifer del Cielo por el Arcángel Miguel. Michael es un ángel guerrero y peleará batallas por ti si le preguntas.
Mabon, el Día de Acción de Gracias de la Bruja. Mabon era un dios galés y la "contraparte" masculina del mito de Perséfone. Tomado de su madre cuando solo tenía unos días, Mabon se gesta en el útero de Modron (la Gran Madre) esperando renacer.
Claramente, esta época del año tiene una variedad de manifestaciones culturales esparcidas por todo el mundo.
Laura Berbis
Coach@PNL
Gracias Laura, hermoso informe, es lo que esperamos los seres humanos , grandes cambios ,