
Hoy 26 de noviembre, se inaugura la “Fira de Santa LLúcia”, pero no siempre se inauguró en esta fecha, antiguamente este mercado navideño, se iniciaba el día 13 de diciembre, en conmemoración al día de la santa, y daba inicio a las compras navideñas.
La Fira de Santa Llúcia es el mercadillo navideño más emblemático de la ciudad, y este año celebra su 235ª aniversario.
En sus 170 puestos (normalmente más de 280), que se instalan en la Avenida de la Catedral en el Barrio Gótico justo en frente de la Catedral, se encuentran todo tipo de regalos navideños, artesanía, figuras para belenes, el famoso “caganer”, árboles naturales o artificiales, musgo, "tiós" de todos los tamaños, corcho peregrino, ramilletes de la suerte, ramas de eucaliptus y elementos decorativos tradicionales de Navidad.
La feria, data de 1786 y es la más antigua dedicada a la venta de cosas navideñas. Como el mercado navideño más antiguo de Barcelona, tradicionalmente está lleno de lugareños y turistas que pasan la Navidad en Barcelona paseando por los animados y festivos puestos. La celebración siempre ha sido muy popular, tanto que, en 1860, ni la fiebre amarilla que padeció la ciudad, impidieron su celebración. Y agradecemos, que la pandemia actual, tampoco pueda con ella.
Joan Amades, autor del “Costumari Català” (1890-1959), habla de Santa Llúcia como la patrona de las modistas, sastres y de todos aquéllos que trabajan el arte de la aguja, asimismo también de los ciegos; es por ello que se la conoce popularmente como “la abogada de la vista”.
También se dice que la misma feria era conocida como “la feria de las mozas”, ya que se creía que iban chicas solteras, iban acompañadas de su madre, bien vestidas y arregladas, para poder encontrar un pretendiente.
Joan Amades escribe que en el siglo XIX se celebraba feria de belenes tres días: por la Purísima y por Santa Llúcia, en la plaza de la Catedral; y por Santo Tomás, en las plazas del Pi, de Sant Josep Oriol y en la del Born. En estas ferias se vendían figuras, casetas, y otras construcciones y piezas propias del belén, como puentes, fuentes, molinos, pozos, pajares... En cambio, los elementos propios para la construcción del paisaje como el musgo, el corcho, murta y demás hierbas podían encontrarse en las escaleras de la Seo. Dentro de la Seo la gente oía misa y rezaba a la virgen para que les conservara la vista con la claridad. Antes sedistinguían bien ambas ferias: la de belenes y la de hierbas.
La afición por el belén fue en crecimiento e hizo que ambas ferias aumentasen de puestos de venta hasta el punto de unirse. En ese momento se convirtió en tradición, que los niños acompañados de sus padres, fueran a vivir el ambiente navideño, y llevarse a casa todo lo necesario para montar un gran belén.
Algunas fuentes anteriores al s.XX, destacaban que los verdaderos belenistas no inauguraban el belén hasta la Nochebuena, ya que consideraban irreverente simular el misterio del nacimiento del niño Jesús antes de producirse.
¡Vale la pena, pasar por esta feria, disfrutarla!!, y llevarse algún “caganer”, de recuerdo. Estará abierta todos los días, del 26 de noviembre al 23 de diciembre, de 10 h a 21:00 h.
Laura Berbis
Coach@PNL
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