
El “caganer”, junto con el “Tió”, son unos de los elementos más tradicionales y originales de las fiestas navideñas en Catalunya. Los dos elementos, tienen un origen incierto, pero no faltan en los hogares catalanes cada Navidad.
La figura del “caganer”, es un hombre haciendo caca, con una barretina roja, pantalones negros, faja roja y una pipa. Siempre se coloca en un lugar oculto del belén, para que los niños se entretengan buscando.
Según Joan Amades, este personaje tiene relación con los rituales de fecundación compartidos entre muchos pueblos de Europa. También nos habla que está inspirada en una talla de mármol del siglo XVII denominada «La Virgen y la montaña de Montserrat», donde aparece La Virgen con el Niño y la sierra de la santa montaña al fondo. Escondido en un recodo, entre senderos y personas, puede verse al “caganer” ejercitando sus funciones.
Otros expertos lo sitúan también en el siglo XIV, pero señalan que se originó en Ille-sur-Têt (en catalán Illa de Tet) situado en el Rosellón francés (llamado por algunos ‘Catalunya Nord’) donde apareció esculpido en una piedra un personaje al que se le conocía como ‘cagaire’ y que rápidamente se popularizó en la cultura y folclore catalán.
De alguna forma, las deposiciones que hacía fertilizaban la tierra del pesebre, haciéndola fecunda, de tal modo que aseguraban el pesebre para el año siguiente y con él la salud y la tranquilidad de cuerpo y alma necesaria para hacer el pesebre, con el gozo y la alegría que comporta la Navidad junto al hogar.

El “caganer” no aparece de una manera exclusiva en los belenes, sino que también se presenta en otras formas de la imaginaría popular. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, época de preponderancia de los gremios, lo encontramos con motivo de los llamados “azulejos de oficios”. Existen también romances del siglo XIX, en catalán y castellano, que glosan al personaje del “caganer” y las acciones biológicas que escenifica.
Es posible que la incorporación del “caganer” al belén tuviese lugar durante el período del barroco –al final del siglo XVIII- movimiento que se caracterizaba por el extremado realismo que vertió, sobre todo, en las naturalezas muertas y en las escenas costumbristas, todas ellas muy relacionadas con la descripción de la vida del pueblo. Fue entonces cuando las condiciones de trabajo y las escenas domésticas y al aire libre se tuvieron en cuenta como temática artística. De esta manera, se dignificaban aspectos de la realidad cotidiana que, hasta ese momento se habían menospreciado.
Aunque en Catalunya, es donde es más tradicional, encontramos” caganers” en otros sitios, en Francia es conocido como “Pêre La Colique”, y también hay en otros sitios : Murcia, el País Vasco, Canarias, Portugal y en Nápoles , llamado “cacone or pastore che caca”.
Hoy en día, es un amuleto de la suerte popular y representa la riqueza. El “Caganer” representa el ciclo de la vida. Al excretar, "fertiliza" el suelo para obtener una buena cosecha el próximo año. Tal es su popularidad, que cada año se fabrican nuevas figuritas con la imagen de políticos, deportistas, artistas o cualquier otro protagonista de actualidad que, con los calzones bajados, muestran sus nalgas desnudas mientras fecundan la madre tierra.
Laura Berbis
Coach@PNL
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